REVIEW Concert, Centro de Bellas Artes Luis A. Ferré, San Juan, Puerto Rico 10 November 2005 |
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Photo of Juan Diego Flórez & Mariola Cantarero in rehearsal by Ramón "Tonito" Zayas Gloriosa gala Flórez-Cantarero Jorge E. Martínez Solá, El Nuevo Día, 13 November 2005 Estas voces líricas de coloratura son típicas del repertorio del llamado estilo del bel canto que floreció en Europa a fines del siglo 18 y principios del siglo 19, con Gioacchino Rossini, Gaetano Donizetti y Vincenzo Bellini. El estilo florido y exigente de estos compositores permite al oyente disfrutar al máximo la gloria de la voz humana en su mayor dimensión. Los cantantes interpretaron alternadamente y a dúo -estupendamente- un amplio y extenso programa donde apenas hubo rellenos orquestales, -sólo dos oberturas cortas- usadas más bien para permitirles a los cantantes un respiro entre aria y aria. Aún así el programa duró más de dos horas, incluyendo un largo intermedio. Mis momentos favoritos, donde cada uno de los solistas dio muestras de sus bellas y bien desarrolladas voces fueron para el tenor. El aria Una furtiva lágrima de la ópera El elíxir de amor, de Donizetti. Una lástima que el maestro Kohn erróneamente comenzara a dirigir la introducción del aria "a cuatro", cuando debió haber sido "a seis". Cuando entró el solo del fagote, se dio cuenta y tuvo que detener la orquesta y comenzar otra vez para evitar un desastre musical mayúsculo causado por su distracción. Aclaramos públicamente que el fagotista principal Saxton Rose, no tuvo culpa alguna del error del director. Tenemos noticias de que Kohn, tras bastidores durante el intermedio, responsabilizó del error al fagotista. La otra aria gloriosa de Flórez fue su última, titulada Ah, mes amis de la ópera La fille du regiment, también de Donizetti. Esta es la famosa aria que requiere del cantante que cante 9 do agudos, uno detrás del otro. Flórez lo hizo maravillosamente y con aparente facilidad. Es, sin duda, una estrella rutilante del firmamento operístico internacional. Por su parte, la soprano Cantarero, a quien vimos aquí hace ya varios años en Operalia, ha crecido artística y vocalmente desde entonces. Su voz ya está madura y se nos ha revelado una cantante de superlativa calidad y clara inteligencia en el manejo de su bella y bien timbrada voz. Lo único que necesita es mejorar la emisión de sus agudos, pues les pone demasiada fuerza y suenan metálicos y un tanto estridentes. Por lo demás sus "pianissimi" son bellísimos y sus colores vocales están excelentemente trabajados. Buena afinación también. En fin, que varias estrellas actuales establecidas tienen de qué preocuparse. A nuestro entender, sus mejores momentos fueron el recitativo Ah tardai... y el aria O luce di quest'anima de la ópera Linda de Chamounix de Donizetti. Su despliegue de coloratura fue magnífico. Entre los dúos que cantaron los solistas, encontramos particularmente hermoso el dulce y delicado Tornami a dir che m'ami de Don Pasquale, de Donizetti. Ahí pudimos aquilatar mejor la calidad de las voces. Al final cantaron varias propinas. Él una jota aragonesa y ella una canción de una zarzuela, para la cual salió envuelta en un mantón de Manila y toco las castañuelas muy brevemente. Luego él canto La donna e mobile de Rigoletto, de Verdi. Apropiadamente se despidieron cantando el dúo Addio, addio, esperanza de anima, también de Rigoletto de Verdi. El público ovacionó a los artistas repetidamente y ellos saludaron con sonrisas de satisfacción. En fin, como dijimos, fue una noche gloriosa. |
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