REVIEWS
Recitals - Las Palmas, 24 January & Tenerife 27 January 2006
Juan Diego Flórez in performance at the Auditorio Alfredo Kraus 24.01.2006
Juan Diego Flórez triunfa con Mozart en el corazón del Kraus, EFE, 25 January 2006
Un divo, Canarias7, 25 January 2006
Prodigioso Flórez desafió al viento hasta el fervor en Tenerife, EFE, 28 January 2006
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Juan Diego Flórez triunfa con Mozart en el corazón del Kraus
Paco Pardo, EFE, 25 January 2006
El tenor peruano Juan Diego Flórez, una de las máximas estrellas del panorama lírico internacional, triunfó esta noche con varias arias de Mozart en el corazón del Auditorio Alfredo Kraus, el monumento musical erigido a su maestro grancanario a esta orilla del Atlántico.
Flórez, que ofreció en Las Palmas de Gran Canaria el primero de sus dos recitales de ópera programados en el Festival de Música de Canarias, convenció a un público entregado a su voz desde el comienzo y con el que renovó su contrato de calidad y maestría firmado hace unos pocos años, cuando todavía no era tan conocido.
Acompañado al piano por el estadounidense Vicenzo Scalera, el tenor peruano (Lima, 1973), invocó con genialidad a Wolfgang Amadeus Mozart con tres pasajes de 'La flauta mágica', 'Cosí fan tutte' y 'Don Giovanni'.
El público asistente al Kraus, que llenaba por completo el aforo del auditorio, rindió gratitud al tenor peruano a
fuerza de aplausos, vítores, bravos y algún grito de 'guapo' que le dirigió desde la platea una voz masculina.
Y es que Juan Diego Flórez, quien debutó en 1996 con 26 años en el Festival de Opera de Pesaro, se sintió a gusto en la casa de su admirado Kraus, auditorio acogedor por su tonos de colores calientes, con buen maridaje en la madera del edificio musical.
Cobijado en casa tan magnífica, bebió, como había anunciado el propio tenor, el 'elixir' de Mozart de unas arias que convierte en 'ungüento' para sus cuerdas vocales, según sus propias palabras.
Tras homenajear al genio austríaco en el 250 aniversario de su nacimiento, conmemoración que redondeará el viernes en su segundo concierto en el Auditorio de Tenerife, el artista peruano invocó a Rossini en 'Il turco in Italia' y 'Semiramide'.
Y Rossini, en boca de Juan Diego Flórez, es más que Rossini; si con él fue su debut en Pésaro, con él se consagró al obtener hace unos años el 'Rossini de Oro', uno de los variados premios que han esculpido su triunfo como uno de los más grandes tenores de la actualidad.
Después de Rossini continuó con un repertorio de Bellini y otro de Donizetti, con los que cruzó los puntos cardinales de su actuación lírica, en la que, templadas por sus registros vocales, se sirvió de sus manos, ceremoniosas, para trenzar figuras en el aire de fuerza y destreza en la interpretación.
Juan Diego Flórez no sólo mostró el genio de su boca, sino que supo corresponder a un público entregado con varias piezas fuera del repertorio, entre ellas 'La donna é móbile', que le reportaron más minutos de aplausos y
vítores.
Y como no podía ser menos, al final de su actuación el público de Las Palmas de Gran Canaria se puso en pie.
En sus ovaciones el peruano no olvidó a su acompañante al piano, Vincenzo Scalera, que demostró su fluidez al teclado como un testigo mudo con dedos de música.
Tenor y pianista están conjugados desde hace tiempo, ya que habitualmente ofrecen recitales juntos; sin olvidar que Scalera acompañó a Flórez en su presentación en el Teatro Real, en el año 2004.
El viernes, tenor y pianista se despedirán del Festival de Música de Canarias desde el Auditorio tinerfeño, con otros colores más fríos, eso sí, pero a buen seguro con un nuevo éxito lírico.
Un divo
Javier Moreno, Canarias7, 25 January 2006
El arte de Flórez no se basa solo en sus dotes de belleza y potencia, sino también en su forma peculiar de frasear
Hasta once veces tuvo Juan Diego Flórez que salir a cumplimentar las ovaciones que le dispensó el público grancanario por su recital de este martes, que se convierte junto con la primera noche de Bernard Haitink en los dos "grandes momentos" de la presente edición del Festival de Música.
Aunque él no se considera un "divo", su forma de plantarse en el escenario, de caminar, de interpretar y de relacionarse con el público nos recuerda aquel estilo 'old fashion' de un Jasha Heifetz, un Enrico Caruso o un Carlos Gardel. Cierto es que un divo es tan solo "un cantante de ópera de primera categoría" y a ver quien es capaz de discutírselo al limeño. Conmigo no cuenten.
Es evidente que la especialidad del tenor peruano no es la música de Mozart. Sus interpretaciones de las tres arias programadas para conmemorar al salzburgués sonaron un tanto huecas, despojadas del cuerpo sonoro que le dispensan otros intérpretes más devotos de las óperas del austriaco. Sin embargo, su poderosa versión de 'Ah! Lo veggio: Quell'anima bella' esboza la posibilidad de que "cuanto él quiera será un gran mozartiano", según se atreve a vaticinar el director del Festival, Rafael Nebot.
Dejado atrás al incómodo salzburgués, comenzó el recital. Y nunca mejor dicho, porque lo que vino a continuación fue un crescendo de virtuosismo vocal diseñado para epatar al público, que sin gran resistencia cayó en los brazos del tenor. 'Intesi, a tutto intensi' y 'La speranza più soave' de Gioachino Rossini (1792-1868) comenzaron en la primera parte a calentar una voz que parecía no querer entrar en juego y que motivó que Flórez abandonara el escenario tras prácticamente cada aria.
Cualquiera que fuera la terapia, mostró sus resultados en la segunda parte, que comenzó con las espléndidas 'Malinconia', 'Per pieta bell'idol mio' y 'Vanne o rosa' de Vincenzo Bellini (1801-1835), que sirvieron para demostrar que el arte de Flórez no se basa meramente en sus dotes naturales de belleza y potencia, sino que ambas están acompañadas de un espléndido trabajo que le permite frasear las melodías de una forma peculiar, imprimiendo su sello característico.
El delirio llegó con 'Linda, si ritirò' de Gaetano Donizetti (1797-1848), que le sirvió al peruano para mostrar hasta donde es capaz de llegar con su poderoso instrumento, únicamente comparable con los de un Alfredo Kraus o un Luciano Pavarotti. La obra concluyó con el coro de bravos que ya no cesó hasta el final del recital, momento a partir del cual se sucedieron las propinas incluyendo 'La donna è mobile' del 'Rigoletto' de Giuseppe Verdi (1813-1901) para delirio definitivo de la afición.
Prodigioso Flórez desafió al viento hasta el fervor en Tenerife
EFE, 28 January 2006
La prodigiosa voz del tenor peruano Juan Diego Flórez desafió esta noche a los intensos vientos que azotan la isla de Tenerife e invocó al genio de Mozart, Rossini, Bellini y Donizetti para que los espectadores del Auditorio ideado por Calatrava le brindasen, puestos en pie, enfervorecidos aplausos.
El tenor, que venía de ofrecer su portentoso talento en el Alfredo Kraus de Las Palmas de Gran Canaria, mostró con dominio y expresividad las razones por las que es aclamado en los recintos en los que actúa, y logró vencer a la gélida noche tinerfeña en su debut en el recinto diseñado por Santiago Calatrava.
Es cierto que nada más salir al escenario recibió algún 'bravo' entusiasta por parte de los incondicionales, pero a medida que fue desgranando el programa que ha traído al XXII Festival de Música de Canarias fue ganando adeptos entre las butacas completamente abarrotadas de la sala sinfónica del Auditorio de Tenerife.
Y para empezar se sumó Flórez al cumpleaños universal con el que hoy se festeja el 250 aniversario del nacimiento del genio de Salzburgo con la interpretación de arias de las más célebres óperas de Wolfgang Amadeus Mozart.
En concreto, el tenor nacido en Lima en 1973 revivió el espíritu mozartiano con un aria de la primera ópera en alemán, 'La flauta mágica', y prosiguió con los aires italianos de 'Cosí fan tutte' y 'Don Giovanni'.
A esas alturas del recital los aplausos eran unánimes y al finalizar la primera parte del concierto, que terminó Flórez con arias de Gioachino Rossini para 'Il turco in Italia' y 'Semiramide', tuvo que saludar dos veces, siempre acompañado por el pianista estadounidense Vincenzo Scalera, que lo secundó con brillantez.
Con seguridad en su dominio del escenario, a veces apoyado en el piano, otras gesticulando con los brazos y dirigiéndose a ambos lados de la sala, el tenor continuó exhibiendo su portentosa voz con tres canciones de Vincenzo Bellini, de tono más íntimo y sencillo y que igualmente sedujeron al público con su belleza.
En la recta final Juan Diego Flórez apeló a la 'Lucrezia Borgia' y la 'Linda di Chamonix' de Gaetano Donizetti, con las que comenzó a recibir gritos de '¡muy bueno!' y demostró por qué muchos le consideran ya el digno sucesor del siempre recordado Alfredo Kraus.
El entusiasmo del público, aún no desatado, le llevó a agradecer los intensos aplausos con las manos sobre su corazón y enlazando su brazo con el del pianista Scalera, hasta que llegó la primera propina, un aria de 'La favorita' de Donizetti.
A medida que Flórez fue mostrando su poderío vocal los espectadores del Auditorio tinerfeño se rindieron al talento del peruano que, ante la insistencia del público, ofreció un segundo regalo fuera de programa, esta vez de 'El Barbero de Sevilla'.
La sobriedad del escenario que acogió a Flórez, con un simple fondo de color negro sin mayores ornamentos, no se correspondió con el clamor que finalmente despertó entre los espectadores, que acabaron ahuyentando el frío y los soplos de viento que se cuelan por las puertas abiertas del Auditorio tinerfeño.
Por el contrario, el calor de la ovación que recibió Juan Diego Flórez tras interpretar, como tercera propina, la popularísima 'La donna e mobile' levantó la temperatura de la sala, en la que los aplausos no cesaron hasta que el peruano volvió al escenario para cantar la célebre jota 'Te quiero morena'.
Tenor y pianista se despidieron de la actual edición del Festival de Música de Canarias en medio de un clamor lleno de fervor, con los espectadores en pie y ovacionando el talento del cantante bastantes minutos después de que ambos abandonasen el escenario, en lo que sin duda ha sido una participación histórica en el evento musical.
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