Reviews Gala Rossini, Lima, 30 April 2002
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El perfecto tenor rossiniano Jose Quezada Machiavelo, El Comercio, 4 May 2002
El concierto denominado "Gala Rossini", que presentó Amigos Peruanos de la Música, hizo posible apreciar la excepcional calidad vocal y artística de Juan Diego Florez, cantante que viene realizando una notable carrera internacional y que sin duda se ha convertido en el intérprete de Rossini por antonomasia.
El joven tenor dio muestra de su arte en tres números: "Che ascolto, ahime" de "Otelo", "D'alma celeste oblio" de la ópera "Il viaggio a Reims" (en dúo con Daniella Barcellona) y "Cesa di piu resistere" de "El Barbero de Sevilla". Más allá de la excepcional calidad vocal, el sonido puro, la técnica impecable, estamos frente a un músico inteligente y preciso, así como ante un artista que se enfrenta al repertorio con una concepción cabal y seria fidelidad al estilo.
Dejando a Rossini, el "encore" de Florez, fue la famosa aria de "los nuevo Do" de "La fille du régiment" de Donizetti, en la cual el tenor alcanzó un estándar que muy contados tenores han logrado en las últimas décadas. Si la perfección en ejecución musical es posible, lo que le escuchamos a este gran tenor en el concierto, sin remilgos podría calificarse como perfecto.
La mezzosoprano Daniella Barcellona -además del citado dúo con Florez- ofreció por su parte "Mura felici" de "La Donna del lago" y "una voce poco fa" de "El Barbero de Sevilla". Voz poderosa, sumamente pareja en todo su registro, de agudos fáciles poco frecuentes en su cuerda, es además impecable en términos musicales. En todas sus intervenciones se pudo constatar los méritos que la han llevado a ocupar un sitial de primer orden en el mundo de la lírica. Sin embargo, en la conocida aria de "Rossina" (en "El Barbero...") faltó cierta naturalidad y sobreacentuó en lo dramático.
Orlin Anastassosv cantó el "Pro peccatis" del "Stabat Mater" y una versión realmente soberbia de "La Calunnia" de "El Barbero de Sevilla".
Poseedor de un potente, cálido y parejo timbre de bajo cantante, este muy joven artista tiene por delante una carrera brillante, que además ya empezó con magníficos éxitos.
La soprano peruana María Eloisa Aguirre, que completó el elenco de solistas, cantó el "Inflammatus" del "Stabat Mater" y "Selva opaca" de "Otelo". Desafortunadamente no estuvo en su mejor momento y quizá deba revisar su repertorio, exigiéndose menos como dramática. En varias oportunidades hemos podido apreciarla alcanzando muy buenos resultados, hecho que nos lleva a remarcar una preocupación.
En el "Inflamattus" del Stabat Mater, el Coro Nacional alcanzó el buen nivel que suele obtener en el repertorio lírico.
El director Ricardo Frizza frente a la Orquesta de la Universidad de Lima se mostró como un maestro con pleno dominio del etilo estupenda técnica: Sólido, preciso, sin alardes innecesarios, se pone al servicio del repertorio que interpreta y obtiene estupendos logros. Lo que se pudo apreciar, aparte de la labor de acompañante, especialmente en sus versiones de las oberturas de "La Gazza ladra" y "Guillermo Tell".
Algo a lo que se le puede poner algún reparo fue que el concierto concluyera con una pieza como la "Tarantella" de Rossini ("La Danza"), que si bien es deliciosa y conocida, no explota los magníficos recursos de los cantantes, menos aún compartiendo su ejecución.
Juan Diego rindió a Lima Pedro Escribano, La República. 3 May 2002
Amigos Peruanos de la Opera presentó "Gala Rossini"
Una figura serena y juvenil se apoderó del escenario del teatro del Colegio Santa Ursula. Lo recibió una catarata de aplausos que amenazó hacerse infinita. Juan Diego Flórez, sin decir una palabra, bajo una bóveda inmensa de admiración, se hizo descubrir como un peruano sencillo y grande.
Grande su voz que brotó de su garganta con la energía y fragilidad de un aletear de mariposas. Juan Diego empezó su participación en Gala de Rossini con "Che Ascolto ahime", fragmento de "Otelo".
El público no sólo escuchaba la voz de este extraordinario tenor, podemos aseverar que incluso la veía. Iba y venía tal como vuelan las mariposas en campos abiertos. Subía, bajaba o se hacía llanura. Melodiosamente espejeaba. Un momento con registro suave, en otro, se adelgazaba. Ascendía en espiral, seductora, vibrante, redujo al auditorio a un gozo completo en el más absoluto silencio religioso. Lima se rindió ante Juan Diego. Se rindió ante la Gala Rossini. Quizás hace mucho tiempo esta vieja ciudad no ha aplaudido a un artista peruano como lo ha hecho con Juan Diego y sus compañeros de canto. Los aplaudió literalmente hasta el cansancio.
En el espectáculo que tuvo dos partes estuvo la italiana mezzosoprano Daniela Barcelona, quien cantó para no olvidarla nunca "La donna del lago", Asimismo, nuestra mejor soprano María Eloísa Aguirre deleitó con "Stabat Mater". Y enérgico, como quien lleva en el pecho un tambor, el bajo búlgaro Orlin Anastassov regaló fragmentos también de "Stabat Mater".
El director de orquesta, el maestro italiano Ricardo Frizza, condujo la Orquesta de la Universidad de Lima y el Coro Nacional a la altura de estas voces privilegiadas.
En la segunda parte de la Gala Rossini, "Guillermo Tell" y "El Barbero de Sevilla" convocaron las voces de los cantantes de ópera. Cada quien lo hizo con maestría, por lo que se han ganado el respeto del mundo. Simplemente son extraordinarios. Y generosos, porque final de la jornada de "Gala Rossini", persuadidos por los largos aplausos, Juan Diego regaló dos piezas más. Así también lo hicieron Daniela Barcelona, María Eloísa Aguirre y Orlin Anastassov.
Y la noche acabó. Cada uno de los asistentes se quedó con un canto. En primera voz Juan Diego Flórez, otro peruano universal. |