Tenor peruano Juan Diego Florez es ovacionado en el Metropolitan de Nueva York
Rafael Moreno, 24 Horas, 11 January 2002
Juan Diego Flórez podría haber sido perfectamente una estrella de rock
en su nativo Perú. Cualidades no le faltan y deseos tampoco. Pero optó
por la música clásica y anoche se confirmó en Nueva York como uno de
tenores del momento.
Su debut en el escenario neoyorquino era uno de los más esperados en
esta temporada en Metropolitan Opera (MET) y su casi perfecta
interpretación del conde Almaviva no defraudó a la exquisita audiencia
que agradeció su interpretación con una larga ovación.
"Cantar aquí en el MET es cumplir un sueño. Es importante y
significativo porque era el único de los cinco grandes teatros
operísticos del mundo que me faltaba tras Milán, Londres, Viena y
París", explicó a EFE tras interpretar "El Barbero de Sevilla", quizá la
ópera cómica más famosa de Rossini.
Flórez, que sigue la tradicional musical de su familia (su padre es el
cantante Ruben Flórez) y estará en concierto el próximo cinco en el
Teatro Real de Madrid, explicó que los 11 años ya tocaba la guitarra, y
a los 17 decidió estudiar en serio música clásica.
"Nunca he pagado por una lección de canto o música, simplemente porque
no he tenido dinero, o lo he tenido que dedicar a otras cosas", recuerda
el tenor de 28 años quien resalta que incluso tuvo que vender el
vehículo de su madre para poder aceptar la beca que le ofreció en 1993
el Instituto Curtis de Filadelfia.
Sin embargo, un golpe de suerte le concedió la oportunidad que
necesitaba. Era agosto de 1996 y había sido contratado por primera vez
para cantar un pequeño papel en el Festival de Opera Rossini de Pesaro
(Italia) cuando el protagonista principal se retiró dos semanas antes
del estreno, y le ofrecieron el papel.
"¿Puedo ver la partitura -recuerda Flórez que le contestó al director
artístico- y poco después le dije si, sin ni siquiera verla. Era mi
oportunidad y estaba preparado".
Desde entonces su carrera ascendente ha sido meteórica. La prensa
británica considera que puede ser el próximo Pavarotti y el diario The
Wall Street Journal afirmó el viernes que es uno de los tenores más
brillantes de los escenarios operísticos actuales.
Frescura y color son claramente cualidades que tiene en su voz pero
también una extremada plasticidad y pirotecnia que le hace capaz de
lograr interpretar las arias más difíciles de su autor preferido, el
compositor italiano Gioachino Rossini.
Quizá por ello no se guardó nada en su debut en el Met y interpretó
incluso el aria final del segundo acto del conde Almaviva (curiosamente
un papel escrito expresamente por el compositor para el tenor español
Manuel García), algo que pocos artistas se atreven a hacer en la
actualidad por su enorme dificultad técnica y por tener que cantarse
después de casi dos horas de actuación.
"No me importa que me consideren un rossiniano - explicó Flórez -. Me
encantan sus obras porque me encanta en bel canto. Me gusta la
simplicidad y mi repertorio lo demuestra. Me gusta cuando todo se deja
al artista. Uno tiene que crear el ambiente y sentirlo".
Sin embargo, también interpreta obras de Donizetti o Bellini. "Me gusta
mezclarlas. Por una parte para darme un respiro. Rossini es un autor que
demanda mucho. No solo voz, sino carácter. Necesitas músculo, minerales,
fuerza... las operas de Rossini son casi como un evento deportivo.
Tienes que estar muy preparado", afirma.
Flórez, que destacó en el MET también por sus dotas escénicas al
interpretar con gracia los pasajes más cómicos de la obra, ha sacado
recientemente su primer disco al mercado, y, como no, es una recolección
de arias de Rossini para el sello Decca.
Reconoce que grabar es bueno, porque a través de los discos puede logra
llegar a más público y a audiencias más variadas, pero enfatiza que su
carrera artística no estará condicionada a ello.
"La Opera -dijo- no es un vehículo para buscar la popularidad al estilo
de los cantantes de rock. Si viene, no diré que no pero pienso hacer lo
que me gusta. Eso lo tengo claro".
Curiosamente, el debut de Juan Diego Flórez coincidió, asimismo, con el
de la argentina Paula Almerares por indisposición en el último momento
de la soprano Ruth Ann Swenson. Teniendo en cuenta las circunstancias,
Almerares interpretó el papel de "Rosina" con elegancia y soltura, y fue
una excelente aportación.
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