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ARTICLES & INTERVIEWS March - April 2006 |
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Photo by Johannes Ifkovits/Decca Aflora el "sentimiento latino" de Flórez, El Nuevo Día, 23 March 2006 Tenor Juan Diego Flórez se rinde ante la música latinoamericana, EFE, 30 March 2006 Latin sentiments, in operatic style, Chicago Sun-Times, 2 April 2006 When libretto meets Lima, Newsday, 16 April 2006 Historias de un tenor sentimental, El Comercio, 28 April 2006 ______________________________________________________________ |
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Aflora el "sentimiento latino" de Flórez Mario Alegre Barrios, El Nuevo Día, 23 March 2006 La prometida -y casi obligada- incursión del tenor peruano Juan Diego Flórez en el repertorio popular es ya una realidad con la llegada de Sentimiento latino, álbum con una contundente inmediatez con Puerto Rico gracias al estupendo trabajo de Angel "Cucco" Peña como arreglista de varios de sus temas. Con el respaldo de la famosa casa DECCA, el álbum que marca el llamado "crossover" del cantante suramericano se cifra en una oferta musical que tiene al maestro boricua como creador de los arreglos de 6 de sus quince temas, como tácito reconocimiento de Flórez a la categoría de Cucco en la secuela de una relación profesional que se inició en el 2004, a raíz de la primera visita del artista limeño a la Isla, cuando el boricua hizo el arreglo de "En mi Viejo San Juan", para el concierto con el que Juan Diego debutó en el Centro de Bellas Artes Luis A. Ferré. Juan Diego regresó hace unos meses a la Isla para un concierto junto a la soprano Mariola Cantarero y en esa oportunidad reiteró a El Nuevo Día que, precisamente a raíz de aquella primera visita a Puerto Rico, nació su estupenda relación con Cucco, al grado que le pidió al boricua que le hiciera los arreglos de varias canciones populares latinoamericanas que forman parte de este disco. "Cucco es un artista excelente y lo conocí por el arreglo que hizo a 'En mi Viejo San Juan' para que la cantara cuando estuve en Puerto Rico", destacó entonces Flórez. "Esa canción está incluida en ese disco, así como otras cinco canciones que Cucco también arregló para mí: 'Siboney', 'Aquellos ojos verdes', 'Ella', 'México lindo' y 'Alma llanera'." En esa misma ocasión, Juan Diego puso de relieve que hizo este álbum con mucho amor y placer, con la esperanza de que el público lo reciba de la misma manera y que no le preocupa en lo absoluto hacer el llamado "crossover" del bel canto al repertorio popular. "Eso es algo que han hecho en algún momento todos los grandes tenores que no les resta nada de categoría sino que, al contrario, los acerca a otros públicos", señaló. "El repertorio popular no es menos que la ópera o el bel canto, tiene una belleza muy suya y me siento muy cómodo interpretando esas canciones viejas que son parte de las historias de nuestros países latinoamericanos. Plácido Domingo lo ha hecho y Pavarotti también y casi cualquier tenor que se considere un artista completo. Esas canciones se escuchan divinas en voces líricas y basta con recordar también a cantantes como Jorge Negrete y Pedro Infante". Juan Diego protagonizara junto a Anna Netrebko la nueva producción de Don Pasquale, de Donizetti, en el Metropolitan Opera de Nueva York desde el 31 de este mes hasta el 28 de abril. El 13 de mayo cantará L'Italiana in Algeri de Rossini con la Opera en Washington D.C. Por su parte, Cucco comentó a este diario -cuando se materializó la colaboración que ahora llega a feliz término- que más allá de los géneros -y en esencia- sólo hay dos clases de música: la buena y la que no lo es, en alusión a la solicitud de Juan Diego para que participara de este proyecto discográfico. "Todo nació a raíz del debut de Juan Diego en un concierto de gala con la Orquesta Sinfónica de Puerto Rico producido por Guillermo Martínez para CulturArte", recordó. "Para ese programa a Guillermo se le ocurrió que Flórez interpretara 'En mi Viejo San Juan' como uno de los 'encores' y la Sinfónica me llamó para que hiciera el arreglo correspondiente. Así comenzó todo, sin imaginar que el tiempo convertiría eso en algo más grande. La verdad es que puse todo el amor del mundo a ese arreglo... la ocasión lo ameritaba. Se trataba de Juan Diego y nuestra Sinfónica". Si bien Cucco no pensó que ese encuentro musical tendría una repercusión mayor, el tiempo le daría una gran sorpresa. Aunque tenía referencias de Juan Diego, nunca lo había escuchado cantar, pero abordó el compromiso respaldado por su experiencia con trabajos similares con otros tenores que nos habían visitado. "La verdad es que pensé que todo quedaría ahí", añadió. "Hice el arreglo y lo escuché en los ensayos, pero no pude ir al concierto porque esa noche estaba trabajando en otro lugar. Con el tiempo me enteré de que en ese concierto estuvieron presentes algunos ejecutivos de DECCA, la casa para la que Juan Diego graba. A los pocos meses se comunicó conmigo Ernesto Palacio, el manager y agente de Flórez. Me dijo que a estos señores les había encantado mi arreglo y que deseaban saber si me interesaba tomar parte en la siguiente grabación de Juan Diego, un disco dedicado íntegramente al repertorio popular latinoamericano". Cucco añadió que el compromiso entrañó un gran desafío, no sólo por la trascendencia de la encomienda, sino también porque se trataba de un trabajo para Juan Diego, quien además de ser un cantante extraordinario, es un gran arreglista, como bien lo demuestra el trabajo que hizo con "La flor de la canela". Todo esto pasó entre marzo y abril del 2005. Cucco buscó tiempo para darle mucho cariño a esta tarea y aseguró que se siente muy satisfecho con los resultados. "Juan Diego y yo mantuvimos una comunicación constante durante el proceso. Al finalizar, quedó encantado y me felicitó cálidamente. La grabación se hizo en Houston, con la Orquesta Sinfónica de Forth Worth dirigida por el maestro Miguel Harth Bedoya, peruano también y quien ya ha venido a dirigir varias veces a nuestra Sinfónica", explicó como colofón en aquella ocasión. "Sin duda, Juan Diego pudo haber llamado a otro, pero me llamó a mí. Eso es un gran honor que aprecio inmensamente. Mientras realizaba el trabajo, nos escribimos con frecuencia. Hubo un intercambio muy interesante y él me hizo varias sugerencias, en especial respecto a la manera como deseaba las canciones mexicanas. Deseaba que fueran bien fieles a la tradición y al sonido de los mariachis. Escuché mucha música mexicana para encontrar el sonido que Juan Diego quería. Yo ya había hecho varios proyectos de esta índole en México y no me fue muy difícil. También conversé con colegas de Venezuela para hacer el arreglo de 'Alma llanera'. Fue un proceso muy intenso y gratificante, con un resultado que complació totalmente a Juan Diego y a los productores del disco". Tenor Juan Diego Flórez se rinde ante la música latinoamericana EFE, 30 March 2006 Nueva York - El tenor peruano Juan Diego Flórez, considerado una de las grandes estrellas de la ópera actual, ha sucumbido a la tentación de grabar, con su poderosa voz, las grandes canciones de América Latina. "En el mundo de la ópera hay mucha gente que se muere por este repertorio, por cantar estas canciones por las que han sentido fascinación todos los grandes tenores desde principios de siglo, desde (Enrico) Caruso a (Luciano) Pavarotti", dijo Flórez en una entrevista a EFE. "Es una tradición que todo tenor con una carrera discográfica grabe estas canciones, y más si viene de un país latinoamericano, como es mi caso", indicó Flórez, de 33 años, y a quien el propio Pavarotti nombró públicamente como su sucesor. Se trata de temas como "Júrame", "El día que me quieras", "Granada", o "México Lindo", canciones que forman parte de "Sentimiento Latino", el disco que acaba de salir al mercado de Estados Unidos y Latinoamérica, y que hace unas semanas comenzó a venderse en España. "Para mí, cantar estos temas ha sido una cosa muy placentera, muy natural, porque yo crecí escuchando esta música", explicó el tenor, hijo de Rubén Flórez, que realizó una gran carrera artística en Perú como cantante de temas populares, fundamentalmente las de Chabuca Granda. En su disco, Juan Diego Flórez ha querido reunir, por un lado, los grandes éxitos de la canción latinoamericana, pero también canciones populares, no tan conocidas ni universales, pero de gran raigambre, como "La flor de la canela", o "En mi viejo San Juan". El lanzamiento del disco en Estados Unidos coincide con un momento especial en la carrera de Flórez, que el viernes estrena en en la Opera Metropolitana "Don Pasquale", en el que representa el papel de "Ernesto". "Es un papel que se ajusta perfectamente a mi voz, difícil pero muy romántico", explicó el tenor. En la actualidad está considerado por los artistas, el público y la crítica como uno de los más firmes valores de la ópera mundial por su técnica, belleza vocal y exquisita sensibilidad musical. No obstante, reconoció a EFE que su voz ha evolucionado mucho desde que se inició en el mundo de la opera, hasta el punto de que en ocasiones siente "vergüenza" cuando escucha sus primeras grabaciones. Ahora, ya en la treintena, considera que su voz está casi en su plenitud, y espera poder seguir eligiendo correctamente su repertorio, para tener una carrera tan dilatada como tuvo el español Alfredo Kraus. Latin sentiments, in operatic style Laura Emerick, Chicago Sun-Times, 2 April 2006 Peruvian tenor Juan Diego Florez, one of opera's rising stars, grew up listening not to arias but other forms of "classical" music -- classical in the sense that they have come to define the sound of Latin America. These styles, including boleros, rancheras and tangos, serve as the core of Florez's just-released disc, "Sentimiento Latino" (Decca). Recorded with Miguel Harth-Bedoya and the Fort Worth Symphony, the disc takes a pan-Latin approach, featuring favorites from Mexico, Argentina, Venezuela and Cuba, as well as from his native Peru. Florez, who made his Lyric Opera debut earlier this season in Rossini's "La Cenerentola," and opened Friday in "Don Pasquale" at the Metropolitan Opera, views the music represented on "Sentimiento Latino" as an extension of the operatic form. His soaring renditions of Latin favorites such as "Jurame" and "Granada" on the disc confirm that assessment. " 'Jurame' is almost like an aria," said Florez, in an interview last week in between Met rehearsals for "Don Pasquale." "It was written in the beginning of the century, when they didn't sing like they do like now. Back then, pop singers sang like opera singers. The styles were not so separate as they are today. And if you look back at the major tenors of the early 20th century, like Enrico Caruso or Tito Schipa, they all sang music from their roots." Often called "the new Pavarotti," Florez at 33 has become the toast of the opera world, with engagements at all the major houses, including La Scala and Covent Garden. Along with Rolando Villazon, Ramon Vargas and Marcelo Alvarez, he belongs to a new generation of Latin-born tenors. Explaining this recent wave of native Spanish-speaking artists, Florez said, "Maybe their prominence in opera is due to zarzuela, whose songs are very lyrical." From zarzuela -- a form of Spanish operetta -- comes the disc's leadoff track, "Alma Llanera." Written in 1914 by Venezuelan composer Pedro Elias Gutierrez, "Alma Llanera" speaks of a love of country by "un hermano de la espuma." As a child, Florez learned this music from his family. His father, Ruben, sang popular songs professionally, and his mother favored criollo music (a mix of indigenous Peruvian styles). "I grew up with this music, so it comes very naturally to me," Florez said. "For instance, I learned 'En Mi Viejo San Juan' [another Latin standard] from my grandmother. From my father, I discovered the music of Chabuca Granda." Born in 1920 as Maria Isabel Granda Larco, Granda wrote some of Peru's best known songs, including "Fina Estampa" and "La Flor de la Canela" (both on "Sentimiento Latino"). "Before Chabuca died in 1983, she had become our most internationally known composer," he said. "Her songs have been sung by everyone from Julio Iglesias to Placido Domingo." Almost every nation in Latin America has a signature style: tango from Argentina, cumbia from Colombia and samba from Brazil. The music of Peru, however, remains largely unknown outside its borders. On why Peruvian genres remain relatively unsung, Florez said, laughing, "We don't export our things well. Other nations do, but we just complain." In any case, Florez drew up his song list not according to countries, but on "the beauty of the songs." "I wanted to do the songs that every major Latin tenor has done, like 'Granada,' 'Jurame' and 'Princesita,' but also the not so familiar songs [that represent] the blood of Latin America. "There were so many, it was a tough decision. In the end, I picked songs according to what best suited my voice." With its vast range of styles, "Sentimiento Latino" runs the gamut from the false bravado of "Ella," written by Jose Alfredo Jimenez (1926-1973), Mexico's godfather of ranchera, to the smoldering ardor of "Siboney," written by Cuban icon Ernesto Lecuona (1985-1963). "It was a challenge. Like on 'Ella,' I sound pretty Mexican there," he said, laughing, in a reference to the distinctive vocal swagger of Jimenez, who recorded many of his own songs. "Also, for 'Siboney,' you must be an opera singer to sing it properly. The same is true for 'Aquellos Ojos Verdes.' These are songs that are spectacular and vocally demanding. I know this repertory. I listened to Domingo's and [Spanish tenor Alfredo] Kraus' versions of these works. Domingo, for the passion he brings to each song, and Kraus, because his voice is the most similar to mine." And once again, the classical aspect comes into play. Lecuona and Maria Grever, author of "Jurame," studied with the French impressionists, and forged a path between popular and classical music. "It's amazing to realize that Grever and others studied with Ravel and Debussy," he said. "So these were songs written by composers who really knew how to write vocal music. No wonder that they have withstood the test of time." When libretto meets Lima Marion Lignana Rosenberg, Newsday, 16 April 2006 Tenor Juan Diego Flórez brings a touch of class to everything he does. Currently starring as Ernesto in the Metropolitan Opera's new production of Donizetti's "Don Pasquale" (through April 28), the 33-year-old Peruvian last month released "Sentimiento Latino" (Decca), a CD of Spanish-language popular songs on which he lavishes the same sparkling musicianship that he brings to his most high-flying operatic assignments. In fact, as Flórez sees it, it is his knowledge of Latin-American song that enriches his singing of opera, and not vice versa. His father, Rubén Flórez, was a celebrated guitarist and interpreter of Peruvian folk music, he pointed out during a recent interview, and his mother "was never shy to sing or dance." Long before he dreamed of portraying the romantic heroes of Rossini, Bellini and Donizetti, Flórez took the mike to sing popular standards at the Lima pub where his mother worked. Reckless abandon "The songs that I sang before and during my studies of opera, they give you a greater sensibility and possibility to phrase, to abandon yourself," he said, drawing out his words with boyish enthusiasm. "I heard one person say that 'Ecco ridente in cielo'" - Count Almaviva's serenade from Rossini's "The Barber of Seville," one of Flórez's signature operas - "should be sung like a boléro." "Thinking about people who sing with a lot of taste - Marcelo Álvarez, Rolando Villazón, Plácido Domingo - you hear some of Mexico, some of Argentina, some of Latin America in that," Flórez said. His collegiality gave way to reverence and a bit of tenor pique when discussing Isabel "Chabuca" Granda, the singer-songwriter who was known as "the soul of Peru." He personally arranged three of her songs for "Sentimiento Latino." "Because she was a woman, Chabuca could go even higher than a tenor, but" - his speaking voice dipped into a basso profondo growl - "she smoked a lot and could go even lower than this." He fills Chabuca's "Bello durmiente," a paean to Peru's sumptuous landscape, with airy, conversational grace. The songs on "Sentimiento Latino," drawn from across the Spanish-speaking world, range from "El día que me quieras," one of Carlos Gardel's most rapturous boléros, to more modern classics such as Noel Estrada's "En mi viejo San Juan," Puerto Rico's unofficial national anthem. The disarming abandon that Flórez brings to "Ella," José Alfredo Jiménez's mariachi tearjerker, rends the heart in spite of the comic distance that exists between song and singer. The character who laments his rejection in this tequila-soaked ballad is mocked by the woman he loves. Flórez - a famously composed artist - opens his heart to the emotional truth of "Ella" while sweetening its ache with the sheer beauty of his singing. Respecting his vocal limits Opening night of "Don Pasquale" saw Flórez withdraw after two acts because of an allergy attack, but in subsequent performances he showed himself to be in splendid vocal form, his voice rising at one point to a flawlessly sustained high D. Ernesto's role lacks the vocal razzle-dazzle of Almaviva or Don Ramiro in Rossini's "La Cenerentola," the tenor's previous Met portrayals. "He is a simple guy, and he suffers a lot," Flórez said of Donizetti's forlorn lover, whose music he sings with both aristocratic grace and youthful fire. Heavier Donizetti roles, including Edgardo in "Lucia di Lammermoor," are not on the horizon for now. "No, my voice is not right for them," he said without apparent regret. Over the next few years, he plans to add Gluck's Orphée, the Duke of Mantua in Verdi's "Rigoletto" and Nadir in Bizet's "Les Pêcheurs de Perles" to his repertoire. Flórez has made immense strides in a few short years by respecting the limits of his small but fastidiously schooled voice. Asked whether he endorsed Cecilia Bartoli's stated philosophy of "doing less but doing better," Flórez seemed flattered to be thought of in her company. "I think she's at another level, and she can have that luxury. I'm only in the ninth year of my career, and I think that every young singer should have that first intense period of activity. Then when you have achieved a lot, you can rest or start a family." He sighed at the memory of Peru's Costa Verde - "there are good waves, and I like to surf" - but admitted that his current schedule of some 65 engagements a year, including numerous concerts and recitals, allowed little time for an extended holiday. "I used to go to the beach every day. My friends and I would build bonfires, and around them I first sang many of my Latin-American songs." Flórez's upcoming recordings reportedly include a CD of duets with Bartoli, along with a program of arias written for Giovanni Battista Rubini, one of the 19th century's most flamboyantly talented tenors. Late last fall, Flórez scored a triumph in "La Cenerentola" at Lyric Opera of Chicago. The heroine closes the opera with a long, florid aria that Rossini adapted from "Barber of Seville," where it is performed by Flórez's character, Almaviva. "You wonder whether he's standing there thinking, 'I can sing this better,'" a Lyric Opera official whispered before the show. If such notions did cross Flórez's mind, he didn't let on. Standing tall and resplendent in the prince's finery, his hands clasped behind his back, he looked serene, glad at his leading lady's triumph, ever the most gallant of artists. Historias de un tenor sentimental Enrique Planas, El Comercio, 28 April 2006 Hay dos grandes tradiciones detrás de "Sentimiento latino", su último disco: por un lado, La de los maestros líricos fascinados por la canción popular. Por otro, la de su familia, enamorada de la música peruana. Puede parecer curioso ver a Juan Diego Flórez en bicicleta. Sin traje elegante ni disfraz teatral de gala lírica. La imagen, que aparece en su más reciente disco "Sentimiento latino", nos presenta al intérprete en camiseta y jeans, dispuesto a emprender otro viaje sin importarle llevar las llantas desinfladas. "La foto se tomó en un mercado de Pesaro (costa adriática italiana), que estaba cerrado a la hora del almuerzo. Había una bicicleta abandonada, muy pintoresca. Me subí por bromear y me tomaron la foto que después se eligió para el disco", recuerda el tenor, quien nos contesta el teléfono en Nueva York, horas antes de ofrecer la última función de la exitosa temporada de "Don Pasquale" en la Metropolitan Opera House. Lejos queda un pálido estreno de aquella temporada, cuando una preocupante noticia sorprendió a todos: Juan Diego se retiró sin terminar la primera función a causa de una repentina alergia. "La verdad es que no sé qué pasó, nunca me había sucedido. Una mezcla de sequedad del teatro, algo que comí ese día... Yo no soy alérgico a nada. Ese día, hacia el final de la ópera, pasó así y no hay mucha explicación. No fue nada muy grave", explica. Un accidente como ese formará parte de tu experiencia... Exacto. Sobre todo porque estas cosas pasan. Tenores con más experiencia que yo me dijeron que lo mismo les había sucedido varias veces. Toda experiencia enseña. Se celebra mucho a tu pareja en "Don Pasquale", la soprano Anna Netrebko, quien interpretó el papel de Norina. ¿Es tan brillante como señalan los medios. Ella es una cantante que ha tenido mucha publicidad, sobre todo en Alemania y Estados Unidos. A veces, eso puede ser peligroso. Pueden montar alrededor tuyo una imagen que quizás, luego de verte, se descubre que no es la real. Pero no es su caso. Es una cantante y actriz bastante buena. Forma parte de una nueva generación que apunta a ser buenos cantantes y actores. Este "Don Pasquale" estuvo muy bien hecho, con un elenco bastante bueno. Realmente ha sido el 'highlight' de la temporada del Metropolitan. En tu último disco, "Sentimiento latino", se reflejan dos grandes tradiciones: la de las canciones populares llevadas al repertorio lírico y la de tu propia memoria paterna. No solo de mi padre, también de mi madre y mi abuela. Todos ellos han contribuido a mi repertorio latinoamericano. Mi padre cantaba sobre todo temas de Chabuca Granda. De mi madre recuerdo, por ejemplo, "En mi viejo San Juan", y de mi abuela, los tangos. Son temas que me enamoraron y que llevo en el corazón. Con ellas crecí. Además, están los temas clásicos como "Granada" o "Júrame". ¡Son prácticamente arias de ópera! Debían estar en un disco de este tipo. ¿Temas como "Granada" o "Júrame" son un reto personal para ti, sabiendo que también fueron temas interpretados por tenores como Plácido Domingo o Kraus? Si hago un disco de música popular no puede faltar "Granada", "Júrame" o "Princesita". Son temas que ningún tenor que se respete puede dejar de cantar. Es algo que debes hacer. No puedes saltarte eso. Más que un reto, es una obligación. Sobre todo si uno es un tenor latinoamericano. ¿Cuál es la dificultad vocal que puede representar para un tenor un tango, un vals o un bolero? No sé como explicarlo. Las canciones de Chabuca Granda, por ejemplo, son difíciles. Las compuso ella para su voz, prácticamente de tenor. Ella cantaba de garganta, y con esa voz baja que podía subir a notas altas, con el falsete de mujer, pero siempre en un repertorio de tenor, sobre todo cuando la voz se le puso más ronquita. Por ejemplo, "La flor de la canela" es baja pero también aguda. Por eso poca gente la canta bien. Es una canción difícil y de melodía complicada, no olvidemos que Chabuca además de una gran compositora, era una gran melodista. Otra canción difícil es "Júrame", que seguramente María Grever la compuso pensando en un tenor. No olvidemos que en las primeras décadas del siglo XX, los cantantes de música popular cantaban como tenores o barítonos: Jorge Negrete, Pedro Infante, el mismo Gardel. Eran tiempos en que no había micrófonos y había que proyectar la voz. No se conocía el canto de garganta con el que se canta el rock o el rap. Mi abuela, por ejemplo, en la iglesia cantaba como soprano. Era una cosa de risa. Y nuestra música popular tiene mucho de español, con las zarzuelas y las romanzas. Asimismo, en tu disco reivindicas el vals peruano, relativamente poco conocido en América Latina. Exacto, como todo lo bueno nuestro, es poco conocido y se lo apropian otros. "La flor de la canela", por ejemplo, los chilenos y los ecuatorianos dicen que es de ellos. No valorizamos las lindas cosas que tenemos y nos vamos quedando atrás. La marinera, por ejemplo, es un baile único que se está perdiendo. Es una pena. Has trabajado este disco con la Orquesta Sinfónica de Fort Worth, dirigida por Miguel Hart Bedoya. ¿Cuán cómplices son dos peruanos interpretando música latinoamericana? ¡Qué mejor que un peruano para entender esta música! Fue un trabajo muy bonito. En la Sinfónica de Fort Worth han quedado muy contentos y ya quieren hacer conciertos con este repertorio. Por último, la pregunta obvia: ¿Tienes programado regresar a Lima próximamente? Siempre el tiempo lo tengo a cuentagotas porque el calendario está muy lleno, pero el próximo año pienso ir a Lima para hacer un concierto el 5 de junio en el auditorio del colegio Santa Úrsula. Será un recital con piano de música clásica y peruana, por los 100 años de la Sociedad Filarmónica. |
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