Background Articles La Cenerentola New York 2002 Tenor Juan Diego Flórez Works to Stay on Top of the Opera World (Andante/EFE. This is the English language version of "Temo a la gente que espera lo imaginario") ______________________________________________________________ |
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Tenor peruano Flórez: "Temo a la gente que espera lo imaginario" EFE, 3 October 2002 El tenor peruano Juan Diego Flórez, que interpreta en la Opera Metropolitana (MET) de Nueva York la obra de Rossini "La Cenerentola" (La Cenicienta), dijo que es tan difícil llegar a la elite mundial de este género como mantenerse en ella. Entre ensayos y pruebas en el MET, Flórez, una de las recientes revelaciones en el mundo operístico, reconoció que este año, el segundo que es invitado a cantar en Nueva York, está más tranquilo que cuando su debut, aunque siempre teme cualquier actuación. "Mantener y llegar son dos cosas igualmente difíciles. Convencer que cantas bien es muy complicado, pero no lo es menos que cada noche retengas esa confianza. Temo a la gente que espera lo imaginario. Que se imagina cómo vas a cantar", resaltó. Agregó que cuando alguien se imagina lo que quiere escuchar o ver, siempre existe la posibilidad de decepcionarlo."Siempre hay que ser un poco mejor que la anterior. No vale ser igual. Hay que cantar y hacerlo un poco mejor cada vez, y eso es difícil". El tenor peruano, conocido especialmente en los teatros europeos, debutó el año pasado en Nueva York en el papel del conde Almaviva en "El Barbero de Sevilla" y regresa con otra de las obras más famosas del italiano Rossini, "La Cenerentola" (1871). La ópera, del genero cómico-sentimental, va perfecta para la frescura y color de la voz de Flórez, quien interpreta los personajes rossinianos como extremada plasticidad y pirotecnia, lo que ha llamado la atención de los críticos más estrictos. Anne Midgette, del diario The New York Times, resaltó que nadie esperaba que el príncipe Don Ramiro fuera el protagonista de esta ópera, porque su papel es relativamente pequeño. Pero no es así, agregó, cuando lo interpreta el tenor peruano, de 29 años de edad. La voz de Flórez, según Midgette, es atractiva, brillante y perfectamente preparada para las exigencias de Rossini, y respecto a sus cualidades artísticas, calificó de "impresionante" su actuación. "No sé bien la razón, pero esta vez estoy más tranquilo. No tengo la misma sensación de urgencia que en mi debut y eso está bien. No he intentado proyectar más mi voz a pesar del tamaño del teatro, lo que me permite cantar más cómodo". Flórez, quien sigue la tradicional musical de su familia (su padre es el cantante Ruben Flórez), comenzó en la ópera casi por casualidad, ya que nunca pudo pagar una lección de canto o música, simplemente porque no tenía el dinero suficiente. Incluso tuvo que vender el vehículo de su madre para poder aceptar la beca que le ofreció el Instituto Curtis de Filadelfia, aunque poco después se consolidó con una extraordinaria actuación en en el Festival de Opera Rossini de Pesaro (Italia) en 1966. Desde entonces, Flórez es una de las "nuevas voces" más demandas en los escenarios a ambos lados del Atlántico, en cierta manera por la gran atracción que existe ahora por obras más líricas de Donizetti, Bellini o Rossini, que forman precisamente su repertorio. "La audiencia está cambiando en este sentido - reconoció -. Ahora busca papeles más líricos, quizá también porque se ha pasado una página importante tras Pavarotti, Carreras y Domingo". Preguntado por qué tenían ahora tanto éxito los tenores latinoamericanos (el argentino Marcelo Alvarez, el mexicano Manuel Vargas, etc), Flórez dijo que quizá era debido a la gran tradición musical de la región. "En nuestros países se ha cantado siempre y nuestro registro es muy apropiado, algo más natal", dijo. "Otro elemento también a considerar - agregó - es la relativa ausencia de nuevos grandes tenores italianos que ha abierto las puertas a los de otros países", subrayó. Tenor Juan Diego Florez Works to Stay on Top of the Opera World Andante/EFE, 6 October 2002 Rising star Juan Diego Florez, the Peruvian tenor singing Rossini's Cinderella [La Cenerentola] at the Metropolitan Opera of New York [this month], says staying in the world's operatic elite is as hard as getting there in the first place. Between rehearsals and tryouts at the Met, Florez, a recent revelation in the world of opera, acknowledged that this year, the second that he has been invited to sing in New York, he is more at ease than when he premiered, although he is always fearful before a performance. "To get there and remain there are equally difficult. To convince them that you are singing well is very complex, but it is no less difficult to preserve this confidence. I fear people who expect the imaginable, that imagine how you will sing," he said. "You must always be a little better than before. It is no good to be the same. You have to sing and do it better each time and that is difficult," he added. The Peruvian tenor, who is particularly well-known in European stages, premiered last year in New York in the role of Count Almaviva in The Barber of Seville. He now returns in the most famous of Rossini's works: La Cenerentola, or Cinderella, composed in 1871. This opera of the romantic-comical genre is well-suited to the freshness and color in Florez's voice, who plays Rossini's characters with ease and pyrotechnics that have drawn the attention of the harshest critics. Anne Midgette of The New York Times stressed that nobody expected Prince Don Ramiro, whose role is relatively minor, to be the star of the opera. But it does not work out like this when the role is played by the 29-year-old Peruvian tenor. Florez's voice, Midgette says, is attractive, brilliant and perfectly attuned to the demands of Rossini and she describes his role playing as "impressive." "I don't know why," Florez told EFE, "but I am more at ease this time around. I don't have the same feeling of urgency I had when I premiered and that's good. I have not tried to project my voice despite the size of the theater and this enables me to sing more comfortably." Florez, who continued in his family's musical tradition (his father is singer Ruben Florez), took up opera almost by chance, as he was never able to afford singing or music lessons. He even had to sell his mother's car to accept a Philadelphia Curtis Institute scholarship, although shortly thereafter, his position was consolidated by an extraordinary performance at the Rossini Opera Festival in Pesaro, Italy, in 1996. Since then, Florez has been one of the "new voices" in greatest demand on both sides of the Atlantic, partly because of the growing attraction for the more lyrical works of Donizetti, Bellini and Rossini, which make up his repertoire. "Audiences are changing in this," he said. "Now they want more lyrical roles, perhaps because a major page has been turned after Pavarotti, Carreras and Domingo." Asked why Latin American tenors such as Marcelo Alvarez of Argentina and Manuel Vargas of Mexico were so successful, he replied that perhaps this was due to the region's musical tradition. "There has always been singing in our countries, and our register is very adequate, something more native," he said. "Another factor to be considered is the relative absence of new great Italian tenors, which has paved the way for those from other countries," he said. |
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