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REVIEWS Puccini Gala, Palau des Arts, Valencia, 20 February 2008 |
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Roberto Alagna and Plácido Domingo Las Provincias, 22.02.2008 Puccini en casa, ABC, 22 February 2008 Reunión de estrellas, Las Provincias, 22 February 2008 Puccini 'kitsch', Levante, 22 February 2008 Domingo y Alagna arrancan diez minutos de aplausos..., Panorama Actual, 21 February 2008 _____________________________________________________________________ |
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Puccini en casa Alberto Gonzalez LaPuente, ABC, 22 February 2008 Homenaje a Puccini Obras de Puccini. Int: Alagna, Devia, Urmana, Vassileva, Barcellona, Alagna, Pons,Spagnoli, Tola, Vázquez, Esteve, Di Pietro, Solá, Bosca. Cor de la Generalitat Valenciana. Orq. de la Comunitat Valenciana. Dir.: Domingo. Lugar: Palau de les Arts. 20-02-08 A buen seguro que si el juego consistiese en asociar música y ciudades, al llegar a la de Puccini habría que pensar en Valencia. Hace nueve años que la ciudad conmemoró a lo grande los setenta y cinco de su muerte con un importante festival y una exposición en el Palau de la Música. Ahora, a los 150 del nacimiento, el Palau de les Arts inicia la celebración con un concierto de máximos. Que Puccini tiene peso en Valencia lo confirmaban también los comentarios que se oían en la paciente cola que esperaba al ascensor que sube hasta el estratosférico auditorio de Calatrava. Y aún ese grito (¡Viva Puccini!) con el que un espontáneo acompañó un gesto de cierre del director Plácido Domingo antes de que atronaran aplausos miles. Sin duda porque el entusiasta tenía razón y porque Puccini ha sonado en un calorífico concierto lleno de momentos memorables. Domingo dirigiendo muy bien, atento a la melodía en los «Crisantemi» y tan colaborador e intenso en el acompañamiento a los cantantes, incluso a la hora de procurarle apoyo a la medida generosa, la línea alargada y muy apasionada que Roberto Alagna marcó reencarnado a Calaf y a Cavaradossi. Mariella Devia le replicó siendo una Liù de medias voces muy depuradas. Antes Juan Pons se había plantado transfigurándose en un señorial Scarpia con una muy hermosa vibración, mientras Violeta Urmana le violentaba siendo una Tosca racial y poderosa en el remate del «Vissi d´arte». Pero aún más. Se escuchó a Svetla Vassileva rememorar de forma muy sentida y dramática a Suor Angelica poco después de que Daniela Barcellona abrumara con la oscura robustez de Zia Principessa y antes del final del tercer acto de «La Boh_me». Aquí reunidos Alagna (quien innecesariamente se curó en salud anunciado una gripe); Pietro Spagnoli, Marcello de planta y alcurnia; y las muy notables Virginia Tola y Silvia Márquez, con secundarios estupendamente colocados. Una colorista iluminación puso el detalle festivo. . Reunión de estrellas César Rus, Las Provincias, 22 February 2008 Solamente una personalidad como Plácido Domingo puede reunir en una gala a tantas grandes figuras de la ópera. Por encima de su trabajo como director, es la capacidad para configurar un elenco de esta magnitud lo que debemos valorar y agradecer. Gracias a ello en esta gala Puccini hemos podido disfrutar de algunas de las primeras voces de hoy en día. El programa estaba formado, principalmente, por arias y escenas de las óperas de Puccini. La figura estelar era Roberto Alagna, quien anunció que sufría un "proceso gripal" pero que cantaría. El óptimo estado de forma que demostró, nos hace sospechar que el anuncio no era más que una cautela de divo. Al margen de detalles estilísticos o técnicos, el tenor volvió a lucir su extraordinaria voz de lírico-spinto, de gran homogeneidad y solidez. El agudo es seguro y brillante cuando llega hasta el Si bemol, sin embargo, en el Si que corona el Nessun dorma tuvo problemas (se desquitó en la especie de bis con coro que se hizo). La otra gran voz de la velada fue Violeta Urmana, que ha encontrado un hueco mientras canta Gioconda en Madrid para actuar en Valencia. Su potente y bella voz de soprano dramática le permite afrontar una Tosca de gran autoridad vocal. Su interpretación del Vissi darte no tiene nada que envidiar a referencias pasadas. Joan Pons fue otro de los grandes protagonistas. En la voz del veterano barítono se percibe con evidencia el paso del tiempo, pero poco importa para un artista que con su frase de entrada "Un tal baccano in chiesa! Bel rispetto!" ya le bastó convertirse en el mismísimo Scarpia; y es que el final del acto primero de Tosca fue uno de los momentos más emocionantes por la intensidad dramática que este gran artista supo transmitir. Otra veterana es Mariella Devia quien en la actualidad se atreve con un repertorio que va más allá del de soprano ligera, en el que se ha movido durante décadas. Su depurada técnica le permite resolver con buenos resultados las arias de Magda y Liù; se percibe cierto vibrato (que antes no había) en la voz y cierta pérdida de frescura tímbrica, pero que en la práctica no es obstáculo para una cantante inteligente y musical. Dos grandes artistas tuvieron una actuación demasiado breve: Daniela Barcellona y Pietro Spagnoli. Puccini escribió pocos papeles importantes para la voz de mezzo; Barcellona interpretó uno de ellos, el de la Zia Principessa de la Suor Angelica; cantó con gran depuración estilística y utilizando con moderación y clase los recursos expresivos. Pietro Spagnoli es uno de las barítonos líricos más importantes de la actualidad; su bellísimo Marcello apenas nos permitió saborear su arte. La sorpresa de la velada fue la Mimì de Virginia Tola. La soprano argentina posee una voz de extraordinarias posibilidades. Por su parte, Svetla Vassileva interpretó a una entregada Suor Angelica. Puccini 'kitsch' A. Brotons Muñoz, Levante, 22 February 2008 Cuando un violinista alumno de George Enescu dio un recital acompañado por éste al piano y con el gran pianista Alfred Cortot pasando las hojas, un crítico escribió: "Curiosa velada, en la que quien habría debido tocar el violín tocaba el piano, quien habría debido tocar el piano pasaba las hojas y quien tocaba el violín habría debido ser quien pasara las hojas". Se me vino esta anécdota a la mente oyendo el fraseo de Roberto Alagna en Donna non vidi mai, de Manon Lescaut, mientras Plácido Domingo empuñaba la batuta. Por megafonía habían anunciado que el tenor francés estaba griposo, pero ni en esa página ni en las de Tosca y Turandot se le habría dicho en peor forma que la semana pasada. Sólo en el final del tercer acto de La bohème con que concluyó la primera parte se le notó más cómodo. En este homenaje a Puccini organizado en el auditorio del Palau de les Arts con motivo del centenario y medio de su nacimiento los que mejor no fueron los que más cantaron. En el pasaje de La bohème mencionado, la joven argentina Virginia Tola fue una Mimi ya importante por más que aún mejorable. Entre los veteranos, Violeta Urmana hizo un Vissi d'arte notable, y Daniella Barcellona consiguió algo casi imposible: que la Zia Principessa emocionara más, mucho más, que una Suor Angelica cuyo estudio Svetla Vassileva haría bien en no abandonar. Mariella Devia, en cambio, seguirá siendo sin duda una gran soprano, pero seguramente ya se le ha pasado la hora de La Rondine y de Liù. Y en el final del primer acto de Tosca volvió a parecer que Juan Pons (Scarpia) y Miguel Solà (Sacristán) deberían haber intercambiado papeles. Como también habría gustado que Nahuel di Pierro, Pietro Spagnoli, Silvia Vázquez, Viçenç Esteve hubieran sido superiores en cantidad y entidad. En cuanto a Plácido Domingo, en los números para tenor dirigió como para sí mismo, de modo que los encontronazos con Alagna abundaron. En el resto, siguió la música pero sin servir a ésta ni tampoco gran cosa a los músicos. Contó por fortuna con un coro, el de la Generalitat, excelente y una orquesta de jóvenes aplicados que en muy poco tiempo han progresado mucho, pero que por sí solos no son todavía capaces de, por ejemplo, insuflar la requerida fragancia a los Crisantemos. Lo que sigue sin tener remedio es la acústica de esta sala, borrosa como ella sola. Sumada como en esta ocasión a una iluminación en colorines cambiantes, se obtiene un retrato bastante completo de cierta manera de concebir la cultura, la música y a Puccini. Definirla como "kitsch" sería pecar de generosidad. En realidad, no pasa de hortera. Domingo y Alagna arrancan diez minutos de aplausos para su Homenaje a Puccini Panorama Actual, 21 February 2008 El Auditorio Superior del Palau de les Arts Reina Sofía registró anoche un lleno absoluto y más de diez minutos de ovación en pie en el ´Concierto Extraordinario en Homenaje a Puccini´, que dirigió Plácido Domingo y que agotó las más de 1450 localidades ofertadas, informaron fuentes de la institución. Este recital, fuera de abono y abierto a la venta general, con el que el coliseo se sumaba a los festejos del 150 aniversario del nacimiento del genial compositor italiano ha sido uno de los acontecimientos más exitosos de la programación sinfónica del coliseo. El tenor francés Roberto Alagna, dirigido por Plácido Domingo, se llevó las mayores ovaciones de la noche por sus interpretaciones de los fragmentos de Manon Lescaut, Tosca y especialmente por ´Non piangere Liù´ y ´Nessun dorma´ de Turandot por la que el público asistente le tributó en pie un largo aplauso antes de que la orquesta terminara los últimos compases de la conocida aria, aseguraron las mismas fuentes. En total más de diez minutos de ovación en pie cerraron el exitoso concierto, a los que hay que sumar cada uno de los vítores con los que los espectadores regalaron a los intérpretes por cada uno de los fragmentos del programa que llevaron a cabo Violeta Urmana, Virgina Tola, Mariella Devia, Svetla Vassileva, Daniela Barcellona, Juan Pons, Silvia Vázquez, Pietro Spagnoli, Miguel Solá, Vicenç Esteve y Nahuel Di Pierro. Además del Concierto Extraordinario, el Palau de les Arts Reina Sofía ha programado con motivo del Año Puccini además dos óperas Madama Butterfly con la que el coliseo cerrara su segunda temporada y Turandot, una nueva producción con la que se inaugurará el I Festival del Mediterrani. |
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