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Le dernier jour d'un condamné, Valencia, 12 February 2008
Roberto Alagna and Nathalie Manfrino in Le dernier jour d'un condamné
Palau des Arts Valencia, 12 February 2008

          Alagna triunfa en su debut en el Auditorio, Levante, 13 February 2008
          Sin ningún interés, Las Provincias, 14 February 2008
          La noche de los Alagna, ABC, 15 February 2008


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Alagna triunfa en su debut en el Auditorio
Levante, 13 February 2008

Roberto Alagna estrenó anoche con éxito en el Auditorio del Palau de les Arts Le dernier jour d'un condamné, una ópera en concierto, que dirigió Franck Villard en lo musical, y en la que intervinieron la Orquestra de la Comunitat Valenciana y el Coro Filarmónico de Praga.

Aparte del tenor francés Alagna cantaba la soprano Nathalie Manfrino, el bajo Erwin Schrott y Stefano Antonucci.

Ha sido la primera ópera que se ofrece en concierto en el Auditorio. Y no consiguió ayer llenar el aforo de la sala.

La ópera, basada en una novela de Victor Hugo, tiene un libreto de Roberto y David Alagna, y la música es de este último. Según indicó es una denuncia de la pena de muerte, que aún existe en algunos países.

La música no es nada revolucionaria, está llena de efectos pétricos y representa, paralelamente, la historia de un condenado a muerte en la Francia de tiempos de Victor Hugo, y de una condenada del mundo actual. Las historias discurren en paralelo y, alternadamente, cada uno de los protagonistas va recibiendo las visitas del alcaide de la prisión, del verdugo y del cura, hasta el fatal desenlace.
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Sin ningún interés
César Rus, Las Provincias, 14 February 2008

Tenemos la sospecha de que Le dernier jour dun condamné no conseguirá a medio y largo plazo mantenerse en el repertorio. También tenemos la sospecha de que esta obra, si ha sido estrenada en Valencia, es porque sus autores (David y Frédérico Alagna) son los hermanos del célebre tenor Roberto Alagna; y tales sospechas no se debe a malos pensamientos ni prejuicios, sino a que la calidad artística de esta obra es más bien modesta y no encontramos en ella nada que justifique el que se la haya incluido en la programación del Palau de les Arts (esta extraña aventura nos recuerda mucho a la que se produjo con Luna hace una década).

La obra toma el texto de Hugo intentando actualizarla, introduciendo un personaje femenino contemporáneo y jugar con un relato paralelo entre un condenado a muerte del XIX una condenada de principios del XXI; está compuesta por una serie de monólogos de ambos protagonistas, si bien es cierto que en el acto segundo hay dos arias pensadas para le lucimiento de los protagonistas. La música es tonal, pero no por ello merece nuestro rechazo, sino por ser poco inspirada y monótona; a menudo viene a enfatizar el sentido del texto de manera tópica y evidente: por ejemplo, la percusión irrumpe con cada referencia a la guillotina, la aparición de los metales al aparecer un "Viva el emperador 1824", las maderas con trinos cuando hay referencia a la naturaleza. En fin, un empleo descriptivo de la música un tanto obvio. Lo mismo se puede decir de la orquestación, más bien pobre, que dota a la obra de una sonoridad decimonónica y que no tiene en cuenta los avances de la tímbrica orquestal del siglo XX, que podía dar buenos resultados en un tema como este.

De la interpretación hay que destacar, en primer lugar, el excelente papel de la orquesta (en particular la cuerda). Roberto Alagna encarnó a la perfección un papel escrito para él; la tesitura es muy cómoda y no se tiene que enfrentar a grandes compromisos vocales; su rol le permite también, lucir sus cualidades expresivas y con su aria del segundo acto, satisfacer sus pretensiones de gran figura. A su lado Nathalie Manfrino fue una intérprete sensible y de buena línea de canto, salvando con gran dignidad el compromiso de cantar una parte pensada para la Gheorghiu. La más agradable sorpresa fue la excelente interpretación de Erwin Schrott como Desahuciado, retratando a un personaje de tintes mefistofélicos y con un gran poderío vocal.

Por último, señalar la baja afluencia de público que rondaría el 60% del aforo. Alagna no atrae a tanta gente como para justificar, a nivel de público, una producción de estas características.
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La noche de los Alagna
Joaquín Guzman, ABC, 15 February 2008

«Le denier jour d´un condamne»
Drama en dos actos de David Alagna y libreto de Roberto, Frédérico y David Alagna

Éxito sin paliativos de los Alagna en un Palau de Les Arts, que llenó en sus dos terceras partes el auditorio superior. No fue un aplauso de compromiso sino sincero. Pero no es oro todo lo que reluce: David Alagna es todavía un joven compositor y se nota. Se entrevé cultura musical, lo que es arma de doble filo y debe despojarse de clichés y lugares comunes si quiere encontrar un lenguaje propio. No orquesta mal y en su música hay esfuerzo y propósitos, quizás demasiado ambiciosos, y los resultados son cuestionables. Falta inspiración y abundan los pasajes en una suerte de Adagio Lamentoso iniciados por una nota pedal descriptiva de la irrespirable escena, desembocando en cierta monotonía. La visita de diversos personajes al condenado la dotan de una frescura y ritmo que se echan en falta en no pocas ocasiones. David Alagna parece querer abarcarlo todo y se queda en el intento convirtiendo la partitura en previsible. Esto oí y lo hago mío: «Quizás una música demasiado blanda para una historia tan dura» El tiempo juzgará.

Roberto Alagna es un tenor controvertido. Se reparten por igual sus detractores y admiradores. Alagna es un artista muy estimable con una media voz sólida, facilidad, brillantez en el agudo y suficientes medios. Su timbre es expresivo y musical. Le falta sin embargo matizar más. Dio lo mejor de sí mismo, no aprecié la fatiga de la que se habla, y el público supo reconocerlo. La Manfrino no me dijo gran cosa. Buena cantante sin más. Schrott es un animal escénico y un magnífico cantante. Su breve intervención como desahuciado fue de lo mejor de la noche. Esperemos que su relación con Valencia vaya a más. Villard es un profesional sin alardes, el coro efectivo y la orquesta a buen nivel, obediente pero sin rutilancias.
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